Sunday, December 12, 2010

Claustrofobia nacional

Por Josué Gutiérrez-González

Título: La increíble hazaña de ser mexicano
Autor: Heriberto Yépez
Editorial: Planeta, 2010




Durante los años noventa, la ciudad de Tijuana se convirtió en la plataforma de innumerables voces que anunciaban interesantes desvíos con respecto a las tendencias editoriales promovidas desde la Ciudad de México. Heriberto Yépez es uno de los pocos escritores que sobrevivieron a lo que hoy parece ser la caducidad de Tijuana. La permanencia de Yépez se debe, fundamentalmente, a su capacidad de asumir una perspectiva inesperada. Muestra de ello son sus novelas  A.B.U.R.T.O. (2005) y Al otro lado (2008) o su libro de crónicas Tijuanologías (2006), textos donde abundan las disquisiciones curiosas y atrevidas que obligaban al lector a abandonar la autocomplacencia del centro, para confrontarse con interpretaciones lanzadas desde una periferia reconcebida, multiforme y contradictoria.
Es precisamente en relación a estos antecedes que la lectura de un libro como La increíble hazaña de ser mexicano se vuelve una experiencia desconcertante. El autor parece haber renunciado a la idea de la frontera norte como un escenario excepcional, distinto al México modelado desde el centro; en cambio, ahora Yépez asume sin problema la existencia de una entidad nacional que, más allá de los accidentes regionales, es esencialmente homogénea. Otro aspecto problemático del libro es el recurso paródico de disfrazarlo como un texto de auto ayuda. Las expectativas generadas por el subtítulo (“Una obra de superación nacional para reír y pensar”), se derrumban irremediablemente cuando el lector descubre que pese a la broma, éste sí es un libro de superación que debería tomarse en serio. Lo cierto es que Yépez sucumbió a la gran tentación del intelectual mexicano: escribir un libro que revelara los pormenores de la identidad nacional. Por desgracia, al igual que le sucedió en su momento a Samuel Ramos y a Octavio Paz,  en los argumentos de Yépez la voz del psicoanalista oscurece peligrosamente a la del escritor y a la del intelectual. Como resultado, la sociedad mexicana termina reducida a un catálogo de complejos y frustraciones que impiden toda posibilidad de avance. Si este diagnóstico resulta poco convincente, el tratamiento no parece menos práctico: la clave para superar el estado de parálisis y regresión, afirma Yépez, está en abandonar no sólo los restos de una identidad nacional caduca y asfixiante, sino la totalidad de las prácticas de esa comunidad llamada México, incluyendo la religión, la música y hasta la forma de hablar. La nación, como nos sugiere Yépez, es una trampa de la que hay que escapar cuanto antes.
Con esta tesis claustrofóbica en mente, el autor explora lo que pareciera ser un álbum del fracaso mexicano: el racismo soterrado, el trauma de la conquista, la misoginia, la narcocultura, el fatalismo, la corrupción absoluta. Así, al revelar el lado oscuro de la nación, se permite afirmar que hoy México constituye una “poscultura”, una sociedad que ha perdido toda noción del bienestar y se ha abandonado a la reproducción mecánica de tradiciones destructivas. Sin embargo, no todo es negativo (recuérdese que éste es un libro de superación), por lo tanto, en un curioso homenaje a Vasconcelos, Yépez profetiza el surgimiento del “neomexicano”, un ser que logrará escapar de la prisión de la identidad colectiva para, por fin, concentrarse en su desarrollo individual y en la construcción de una identidad más “humana”. Por desgracia, esta conquista de la individualidad viene acompañada de los corolarios modernos sobre el progreso: la educación formal como única alternativa de bienestar, la productividad y la generación de riqueza como marcadores de una sociedad funcional y la universalización como la vía exclusiva de legitimación intelectual. Todo esto aderezado por un inesperado entusiasmo hacia el potencial regenerador de la familia tradicional: el “neomexicano”, nos dice Yépez, será el resultado de una hipotética pareja heterosexual que logrará el equilibro de la “energía paterna y materna”, tal y como aspiraban las culturas prehispánicas. Sin embargo, en la identidad de ese “neo-mexicano” no parece haber espacio para lo local.
Finalmente, al leer La increíble hazaña de ser mexicano, el lector no puede sino echar de menos a aquel escritor que aseguraba deber su formación intelectual a la coincidencia caótica de todos los registros culturales en esa Tijuana que alguna vez fue concebida como el laboratorio de una posmodernidad distinta. 

Monday, December 6, 2010

The Insufferable Gaucho








Author:  Roberto Bolaño
Title: The Insufferable Gaucho
Publisher House: New Directions Book


By David D. Medina

           
Roberto Bolaño says that he read immoderately, but that he never wanted to be a successful author. For a writer who didn’t seek popularity, Bolaño is gaining a wider readership after his death as more of his books are being translated into English and studied in universities across the world.
The Insufferable Gaucho, a collection of five stories and two essays, is a perfect example of why Bolaño has become a literary favorite. In these finely crafted pieces, Bolaño shows his mastery of fiction and nonfiction by using his immense imagination to create worlds that are enthralling and magical. Jumping rabbits that bite, a rat police officer who seeks a serial killer, and a killer who is mistaken for a saint, are the type of characters that populate these brilliant stories.
The title story, “The Insufferable Gaucho,” is a tribute to Jorge Luis Borges, whom Bolaño deeply admired as one of the literary masters of Latin America. Bolaño takes Borges’ story, “The South,” and adds a humorous twist to it. In Borges’ story, a man goes to the south of Argentina and encounters his death at the hands of vicious gauchos. In Bolaño’s work, a judge, who is upset with the economic downturn of his country, travels south to seek the strength of his nation only to find wimpy gauchos who hunt rabbits instead of herding cows.
“Police Rat” may sound like a juvenile story, but it only takes a page to pull you into the underground world of rodents and the mysterious murders that Pepe the rat cop must solve. As he patrols the sewers, Pepe begins to discover rats killed by someone other than predators, such as snakes and blind alligators. His suspicion that a rat may be the serial killer gets him into trouble with his commissioner, who tells him that rats do no kill other rats. The story ends with a moving revelation that if members of the same species kill each other, then we are all doomed to disappear.
“Two Catholic Tales” is a gem of ingenuity. As one tale finishes, the other begins and both merge at the end of the second tale. The former tale is about a teenager with a torturous soul who is waiting for a sign from heaven to decide if he should pursue the life of a saint. The latter is about a mentally disturbed man who murders a monk, puts on his robe, and trudges through the snow barefooted because his shoes have blood on them. The teenager from the first tale sees the killer and thinks he is a true monk—the sign he has been waiting for.
In the essay “Myths of Cthulhu,” Bolaño rails against today’s writers for seeking respectability. “Writers today…are no longer young men of means unafraid to inveigh against the norms of respectable society, much less a bunch of misfits, but products of the middle and working classes determined to scale the Everest of respectability, hungry for respectability,” he writes.
Bolaño never sought respectability, but when you are as talented as he was, you don’t have to do much to promote yourself. The writing speaks for itself.





 

Wednesday, November 24, 2010

El secreto de la fama

Por David Medina Portillo

Autor: Gabriel Zaid
Título: El secreto de la fama
Editorial: Lumen

Gabriel Zaid es un virtuoso de la paradoja, un intelectual público que abomina de exponerse en público. A escala, su imagen es una variable del escritor sin biografía ni rostro, émulo de Traven, Castaneda o Salinger al apartar con probado éxito a las hordas de periodistas, fotógrafos o al admirador impertinente. De Zaid no se conoce foto (salvo alguna que alguien dijo que vio), nunca da conferencias o entrevistas y menos se ha dejado ver en las tertulias y pasillos de la indiscreción y el chisme. Es un especulativo de la conversación que –puedo adivinar– huye de cualquier mesa para más de tres. Y si la casualidad lo ha llevado por ahí, su presencia nunca deja huellas. Zaid sabe hacerse sentir y oír de otra manera.

Durante décadas fue uno de los polemistas duros del antiguo régimen priísta, arrinconando con sarcasmos e interpretaciones, cifras y datos incómodos a sus elites políticas e intelectuales. Todo a fuerza de ensayos contundentemente originales. Guardián de la vocación más exigente, sigue escribiendo en medios de distribución nacional y extranjera, aunque sus páginas quizá ya no reciban la consideración de antes. Una lástima, sin duda. Para una inteligencia sostenida por el hábito de minar nuestras verdades más hechizas, es previsible que su interés apunte ahora a un nuevo Moloch: las veleidades del prestigio y la publicidad. De eso se ocupa en El secreto de la fama, reunión de ensayos aparecida en 2009. 

Leo y vuelvo a leer, avanzo con dificultad: hay algo que antes supe reconocer como un sello indiscutible pero que hoy no encuentro por ninguna parte. ¿Por qué al tratar un tema tan sensible como las glorias inducidas, trabajadas o instantáneas de los nuevos tiempos, Zaid se torna un juez más bien distante, doctoral y casi abstracto? Claro, uno agradece las virtudes de la buena prosa; sin embargo, hay mucho de conmovedor en la silueta del implacable polemista y poeta circunspecto extraviado entre las confesiones de Brad Pitt, Madonna, Bruce Willis, Mel Gibson, Demi Moore, Sarah Jessica Parker y un largo etcétera. Las fichas de su análisis sobre la fama pueden venir de cualquiera de estos o de Marlon Wayans: “No es sensual, sino terrorífico, que 4 000 mujeres te correteen para quitarte la ropa”. Los auténticos paraísos e infiernos del fenómeno están hoy en Hollywood, qué duda cabe, aunque para rastrear su esencia como know-how uno debería remontarse hasta el origen. ¿Dónde cotejar entonces nuestras fuentes? Hay que acudir a Descartes: “La resistencia del sujeto a ser tratado como objeto no aparece con las estrellas de cine que descubren su prisión. Está en Descartes, creador del tema del sujeto como cuestión central...” Válgame. Y yo que pensé que el sujeto era una cuestión más bien gramatical y, decididamente, una ilusión sesudamente filosófica: “El secreto de la fama está en volverse objeto. No cualquier objeto (para lo cual basta con ser pasto de fieras o caníbales), sino un objeto que llama la atención de muchas personas”.

Parece natural que el celo de privacidad evolucione hasta documentar una teoría de la fama. Las razones pueden ser morales, de fe o sólo prácticas: los sacrificios de la persona pública cuestan más de lo que valen. Todo entra en las ecuaciones del rechazo. El problema en este ejemplo es que la distancia ha llegado a un confinamiento raro. ¿Para quién escribe Zaid? Da igual citar a Sandra Bullock que a San Agustín: sus fans no nos leerán. ¿No hubiera sido más considerado y hasta generoso decir algo sobre la nueva lógica de los prestigios sustituyendo aquellos nombres por otros más concretos? Confieso que echo de menos al polemista que antes mantenía una relación conflictiva con la realidad cultural y política más inmediata, la de todos los días. Y las tensiones de este vínculo con la realidad son, precisamente, las que no encuentro en El secreto de la fama

Tuesday, November 9, 2010

Crónica Siniestra

                                                                     Por Anadeli Bencomo

Autor: Sergio González Rodríguez
Título: El hombre sin cabeza.
Editorial: Anagrama,
Ciudad: México, 2009,
186 pp.

…lo siniestro es aquello que, debiendo permanecer oculto, se revela.
Friedrich Schelling

            El hombre sin cabeza es el segundo título que González Rodríguez publica en la colección “Crónicas” de Anagrama. Gracias a su valiente Huesos en el desierto (2002), el lector puede anticipar que no encontrará en este nuevo título una indagación complaciente sobre uno de los temas más inquietantes en el México actual. En El hombre sin cabeza, su autor se aventura a desentrañar la lógica cultural, social y política, que subyace junto al incremento de las decapitaciones en manos de las redes del narcotráfico en México. Las cifras hablan por sí solas: el año 2008 en México contó con más de 5200 muertes violentas, con un promedio de 17 secuestros diarios y con alrededor de 170 decapitaciones. Estas cifras que justificarían el periodismo más sensacionalista, tienen que vérselas en el relato de González Rodríguez con una indagación en varios niveles.
            El libro se abre y se cierra con apartados donde se recrea la memoria personal del autor, mientras los tres capítulos centrales son los que, a mi juicio, muestran la mayor contundencia narrativa y ensayística. En las primeras páginas, el autor decide explorar en los territorios de la memoria personal (la de sus viajes de niño a Acapulco, por ejemplo) y a lo largo de este recorrido un tanto nostálgico, la prosa no termina de encontrar su tono o su registro preciso pues se debate entre los recuerdos personales, la nota sociológica o el formato del diario personal. Mucho más enfocado aparece ya el segundo apartado donde se presentan de manera expositiva las coordenadas de esta nueva barbarie del crimen organizado en México a partir de cifras, nombres de los principales carteles del narcotráfico,  fuentes de las decapitaciones en México. Destaca así en estas páginas el periodista investigativo, protagónico en Huesos en el desierto, que ha convertido al autor en una figura pública en México. A Sergio González Rodríguez se le asocia con esa figura que ficcionalizara Roberto Bolaño en su 2666, esto es, el colaborador del periódico Reforma que ha construido con tesón su trayectoria como cronista de los bajos fondos, el crimen organizado, la corrupción del poder político y las fuerzas policiales. Afortunadamente, Sergio González Rodríguez no ha corrido con la funesta suerte de otros de sus colegas que han sido asesinados o “desaparecidos” por haberse atrevido a registrar y denunciar públicamente las conexiones entre distintas redes del poder en México. En este sentido, estas crónicas acerca del crimen en las últimas décadas en México que no se rinden en su empeño por documentar y narrar los horrores de última hora, defienden cierta responsabilidad ética de un oficio en peligro de extinción.
            Más aún, el acierto de El hombre sin cabeza reside precisamente en su capacidad de leer el fenómeno de las decapitaciones a manos del narcotráfico, como una práctica que desborda geográfica e históricamente el territorio mexicano. La metáfora implícita en el título nos remite a una cultura donde se ha perdido la razón y se ha impuesto el miedo como lógica social. El tercer capítulo del libro, de tono predominantemente ensayístico es el que mejor se enfrenta a esta tarea de desglosar el clima de zozobra y desvarío que caracteriza a nuestras sociedades contemporáneas. González Rodríguez expone de manera crítica las intersecciones que se descubren entre modos de horror primitivos (la decapitación como sacrificio) y la estetización y mediatización de la violencia que inaugura nuevos imaginarios donde conviven tecnologías y precariedades extremas. Es igualmente en el capítulo titulado “Lógica del miedo” donde el autor introduce uno de los postulados claves para la entelequia de lo siniestro en la época actual. De tal manera, “lo pánico” sería ese concepto que tiene que ver con la fuerza compleja de la barbarie y el impulso depredador de la violencia contemporánea. Al mismo tiempo, el fenómeno de “lo pánico” se asocia con esa especie de anomia o esa incapacidad de nombrarse o interpretarse de acuerdo a conceptos abstractos. Este carácter inefable de la violencia actual de la cual las decapitaciones son una muestra sintomática, sólo puede conjurarse –a juicio de González Rodríguez- gracias a la fuerza sugestiva de la narración: arma que el autor enarbola una vez más para exponer e imaginar los rostros visibles y velados de esta barbarie. Pero si en Huesos en el desierto el afán narrativo se vinculaba con la idea de un recurso jurídico imprescindible para la denuncia ante los feminicidios de Juárez, en El hombre sin cabeza la prosa, aparte de recurrir al dispositivo expositivo, se auxilia de manera bastante lúcida e inteligente de la historia de las ideas y la sociología cultural para indagar de manera filosófica y ensayística en algunas de las claves de estas decapitaciones reales y simbólicas. Una metáfora final e inquietante se arroja como imagen apocalíptica de los imaginarios decapitados visitados en estas páginas: el Pozo Meléndez o La Boca del Diablo, grieta abismal en la provincia de Guerrero que amenaza con devorar el futuro y el sentido de un México asediado por las pesadillas siniestras del narcotráfico, la pobreza extrema, la corrupción oficial, el culto a la Santa Muerte, y tantos otros repertorios de la debacle.

Tuesday, November 2, 2010

La colección de arte de Nelson A.Rockefeller


Por Rose Mary Salum

Autor: Marion Oettinger
Título: Tesoros del arte popular mexicano
Editorial; Arte Público Press & Artes de México
Año: 2010

En 1928 el Art Center de Nueva York, organizó una exhibición de bellas artes y artes aplicadas curada y organizada por una mujer oriunda de Texas y amante de la artesanías de México. Este acontecimiento, aparentemente intrascendente, disparó el interés de muchos de sus visitantes, entre ellos el de la mismísima  Abby Rockefeller, la madre de Nelson Rockefeller. Fue Abby, quien a partir de esta exhibición inculcó el gusto por el arte mexicano a su hijo. Sus conversaciones sobre el tema pasaron a la posteridad  en el intercambio epistolar que mantuvieron mientras él realizaba sus estudios. Al cabo de unos años este gusto por lo estético, desembocó en una de las colecciones  más importantes del mundo. Con la primera visita de Nelson Rockefeller a México en 1933 se da inicio a una colección de artesanías mexicanas que se forma dentro de un pasaje de la historia muy específico: “México ocupa un lugar único en el contexto de las artes populares contemporáneas”,  explica Avon Neal en la introducción del libro Tesoros del arte popular mexicano .  “Después de la Revolución Mexicana en 1910, una ola de autoafirmación recorrió todos los niveles sociales” y fue  motivada por el ambiente nacionalista surgido en el país a partir de los años veintes. Las décadas de los 30 y 40´s  resultaron ser años especialmente activos e interesados por la cultura popular mexicana, es decir, se comenzó a notar una serie de movimientos alrededor de este arte que provocaron el interés de otros países, específicamente de los Estados Unidos. Las exposiciones alimentaron el interés y las ventas de estos objetos en locales especializados canalizaron el movimiento que las exhibiciones habían comenzado a provocar. Las ventas aumentaron y con ellas el valor de los objetos adquiridos por devotos aficionados. El marcado interés que mostró Rockefeller sobre estas expresiones artísticas, formaron lo que hoy se conoce como la Colección Nelson A. Rockefeller y suma más de tres mil obras de arte popular.

 Hoy, por primera vez,  Arte Público  en colaboración con Artes de México publican--con la traduccción de  María Palomar.-- la primera edición de Tesoros del arte popular mexicano en donde están reunidos  los objetos artesanales más representativos que Nelson Rockefeller adquirió a lo largo de su vida. Los objetos de su colección  van desde cajas de Olinalá y óleos sobre láminas de lata hasta los famosos marcos de hojalata de vidrio y los árboles de la vida y la muerte realizados en barro cocido. Cada pieza va acompañada con una imagen y un análisis detallado de la figura presentada así como de las tradiciones o movimientos que llevaron a la creación de estos objetos y sus influencias más cercanas. Asimismo,  el libro nos muestra imágenes del mismo Rockefeller conversando directamente con los artistas o escogiendo las obras que pronto formarían parte de su lista. Llama nuestra atención algunas piezas destacadas como es el caso de un baúl de madera el cual posiblemente fue un encargo para John D. Rockefeller. Además de las obras realizadas en barro negro destaca el cántaro realizado por Doña Rosa Real de Nieto. Entre las figuras hieráticas sobresalen las muñecas realizadas en 1930.

Tesoros del arte popular mexicano  presenta no sólo una colección de por sí importante por su visión artística, o incluso  por la naturaleza de su coleccionista; sino por ser un testimonio histórico que aglutina en su propia formación un argumento vivo de una de las expresiones artísticas más populares y genuinas de México.

Friday, October 29, 2010

VIAJE SIN RETORNO

Por Anadeli Bencomo

Título: Señales que precederán al fin del mundo
Autor: Yuri Herrera.
Editorial:  Periférica, España, 2010.


            Yuri Herrera nos entrega esta segunda novela, breve como sus Trabajos del reino,  donde se manifiesta de manera bastante discernible un mayor dominio de la escritura literaria. Si este texto comparte la prosa intensa de su primer libro, el discurso gana aquí una nueva densidad ficcional gracias al manejo certero del estilo simbólico. El asunto de la novela, el cruce desde México al vecino país del Norte, no es materia novedosa, pero sí lo es el tratamiento del tema fuera del popular molde del realismo asociado con gran parte de la narrativa norteña.

            En una primera aproximación, la ambientación imaginaria del relato nos recuerda a un cuento de Ignacio Padilla, “Desiertos tan amargos”, gracias a la recurrencia de una prosa cargada de imágenes metafóricas y un cierto aire apocalíptico donde se invierten las imágenes del sueño americano: “Nosotros somos los culpables de esta destrucción, los que no hablamos su lengua ni sabemos estar en silencio. Los que no llegamos en barco, los que ensuciamos de polvo sus portales, los que rompemos sus alambradas.” (109)  Aparte del tono onírico de algunos pasajes, el relato acierta al sortear los lugares comunes de la narrativa de la frontera. Aquí valdría la pena subrayar que en la historia de Makina están presentes los clichés paradigmáticos de cierta literatura de migración: la hermana que parte al Norte en búsqueda del hermano, el auxilio del Coyote, la amenaza de la Migra, el restaurante como lugar de empleo del inmigrante mexicano, el racismo del norteamericano promedio. Sin embargo, la prosa de Herrera en este libro supera el registro testimonial que generalmente se asocia a este tipo de recuento y que en cierta medida era la limitación de su anterior novela sobre el mundo del narcocorrido.

            La división del libro en nueve apartados bien construidos y sugestivamente titulados es igualmente otro de los aciertos de la novela, organizada a partir de un contrapunteo entre una dimensión mítica – el inframundo, la mensajera elegida, la travesía por las aguas- y la realidad cotidiana del inmigrante mexicano. Las coordenadas de un México real están representadas por el Pueblo, la Cuidadcita y el Gran Chilango, espacios todos de un cataclismo sugerido. De ahí ha partido el hermano de Makina en busca de unas tierras heredadas y ubicadas en el mítico Norte. 

            De ahí que no resulte descabellado pensar en estas Señales que precederán al fin del mundo como una versión invertida del viaje de Juan Preciado a Comala en búsqueda de una herencia paterna. Pero si en Pedro Páramo el personaje se internaba en el inframundo, la dirección del viaje de Makina sugiere el tránsito inverso, desde el inframundo a la realidad. Cuando Juan Preciado llega a Comala acompañado del furtivo arriero comprueba que ha arribado a un “pueblo sin ruidos”. Esta misma imagen es la que cierra la novela de Herrera, cuando el personaje de Makina comprende que ha llegado al Norte para quedarse en medio de un mundo cargado de silencio. Un mundo abierto a lo nuevo donde se desdibujarán la memoria, los olores y los colores de una comarca que se ha dejado atrás al investirse de la nueva identidad de migrante.

            Esta historia está cargada de ecos, de significados e historias aludidas oblicuamente a partir de un estilo paralelamente conciso y poético. Señales que precederán al fin del mundo es una novela bellamente escrita, cuyo carácter sugerente no se corresponde con la portada del libro desafortunadamente ilustrada con una fotografía del más puro estilo mexican curio. Razones mercadotécnicas que popularizan en España la producción narrativa del México norteño, pero que en el caso de la novela de Yuri Herrera habrán de vérselas con una prosa que se las juega todas a favor de un estilo renovador y exigente.
               
           

Tuesday, October 26, 2010

Law of the Jungle, The Hunt for Colombian Guerrillas

By Sijin Kurian  

Title: Law of the Jungle
Author: John Otis
Publisher: William Morrow, 2010
     On February 13, 2003, three American contractors (Keith Stansell, Thomas Howes, and Marc Gonsalves) were kidnapped by the FARC in Colombia. They would spend more than five years as hostages in the hellacious southern Colombian jungle, before they were heroically rescued along with several other hostages, such as Ingrid Betancourt, in a daring attempt by the Colombian army. In Law of the Jungle, John Otis, an award-winning journalist who has spent two decades covering Latin America, manages to capture all of the complexities regarding the capture, the years the Americans spent in captivity, and the successful rescue attempt of them and their fellow captives.
          From the whole reason as to why there are American military contractors in Colombia (or around the world for that matter), the warning signs about their single-engine Cessna that crashed, the bungled rescue attempts, the soldiers uncovering the FARC stash, the relationships between the hostages, and to the incredible rescue attempt, Otis presents the facts in a way that is riveting, informative, and painfully heartbreaking. As elections, negotiations, and missions unfold around Colombia, what may have been victories for Colombia and the U.S. were not necessarily good for the hostages themselves and could have put their lives in danger as the FARC could have deemed them no longer useful and summarily execute them. Not only are the main factors and players of the events examined, but also the people that are generally not mentioned but whose lives were heavily impacted. When two companies of the Colombian army stumble upon a FARC money stash of millions of dollars, Otis follows several of the people who took the money and the misfortune that followed upon them. Some soldiers give the money to their poor families or try to make a better life for themselves, and are either ostracized by locals or killed by hitmen. There are Colombians who are kidnapped and their poor health prevents them from making the journey through the jungle, so their FARC captors put a bullet in their head. There is also the other side shown of Colombians in FARC-controlled areas killed by the right-wing paramilitaries. If Otis is accused of showed any bias in his reporting, then that bias is shown toward the victims on all sides of the conflict in Colombia.
            The narrative cuts back and forth between different perspectives following the timeline of events. While the Americans are held hostage and moving from camp to camp, we see what the army and the governments in the U.S. and Latin America are doing not only in trying to rescue the hostages, but also on a macro scale in dealing with the FARC as a whole. We also see how the news about the Americans being kidnapped was buried behind the larger story of the war in Iraq, as it had just started around the same time, and also how the politics involved between the U.S. and Colombia possibly prevented a rescue attempt when the Americans initially crashed and before they were captured. It all plays out as if it were a blockbuster thriller, as there are so many twists and moments when you’re on the edge of your seat hoping that people make it out alive, such as John Frank Pinchao’s survival in the jungle before being rescued just as the Colombian army gave up on finding him. Law of the Jungle is a fascinating look at an incredible event, while also bringing to light the tragedy of the conflict in Colombia and painfully reminding us that there are people still held as hostages, not only in Colombia, but around the world.

 

AUNQUE GOOGLE NO DIGA NADA

   Por  Pedro M. Domene



   Autor: Enrique Vila-Matas,
                                                    Título: Dublinesca;
                                                    Editorial:  Seix-Barral, 2010
                                                   Ciudad: Barcelona
                                                    
                                               Los libros de Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) proporcionan una gran variedad de referencias culturales. Escritores, editores, cineastas, novelas, poemarios, películas, teorías literarias y conceptos universales sobre el arte de narrar se suceden en las páginas de un libro que, como en el caso de Dublinesca (2010), completa un hilo discursivo que oscila a lo largo de las más de trescientas páginas entre lo particular, lo colectivo, lo vivencial, lo reflexivo, lo real y lo simbólico, para contar con una proyectada ambición: vida, literatura y destino. 

Samuel Riba, el protagonista, pertenece a esa rara estirpe de editores cultos, obsesionado por un catálogo de calidad y a la espera de ese genio que nunca llega. Cuando el negocio se ha ido a la ruina, Riba se aparta del mundo editorial y de la bebida; sin embargo, ambas obsesiones le atormentan y marcarán, de alguna forma, su existencia contada en Dublinesca a lo largo de tres meses: mayo, junio y julio, que coinciden con los preparativos de un viaje a Dublín, el propio viaje y la estancia que conlleva el funeral de la era Gutenberg. Durante una grave enfermedad, mientras el editor convalecía en el hospital, tuvo un sueño inquietante y revelador: transcurría en Dublín, lugar que nunca había visitado, pero allí vivirá algunas de las situaciones más desconsoladas que nadie pudiera imaginar en un sueño. En realidad, esta, y no otra, es la excusa que pone Riba a su madre cuando le pregunta por sus actividades editoriales, inexistentes en esos momentos, aunque la anciana ignora la ruina del hijo. Será entonces cuando decida viajar a la ciudad irlandesa y celebrar, con un grupo de amigos, el famoso Bloomsday, el 16 de junio.
                        En esta novela, trascendente aún más que las anteriores, Vila-Matas se debate, con sus héroes, entre la realidad y la fantasía, la sabiduría y el caos, la melancolía y el sentimiento, para narrar en un frenético presente la soledad más absoluta a la que pueden llegar sus personajes. Pero Dublinesca ofrece, en su conjunto, un notable cambio, tanto si hablamos del registro narrativo como si lo hacemos de la estructura: el primero resulta más paródico, el humor campea por la historia, resulta en ocasiones mordaz y, con respecto a la estructura, todo ese acervo de comentarios literarios, citas, nombres, en esta ocasión se concretan en torno a la trama narrativa, es decir, el Ulysses, y los autores pro irlandeses que, de alguna manera, hilvanan la vida paralela de un Riba arruinado aunque con una biografía no menos edificante que la de sus admirados, Joyce y Beckett, incluso de la propia figuración del escritor que a lo largo del libro seguirá soñando, pese a la gran avalancha de información pro internet que Google proclama en nuestro mundo y del que Vila-Matas sale airoso porque su novela resulta la más hilarante y divertida, profunda y cómica, y con tanto acierto que tras anunciar la muerte de la literatura le otorga a esta misma un espléndido futuro en el que sin duda, el barcelonés será un representante a tener en cuenta. 


Visita al Hades


 
Por Rose Mary Salum

Autor : Tanya Huntington Hyde,
Título: El regreso / Return
Editorial:  Literal Publishing / Motín poeta,
País: México / Estados Unidos,2009.

El poemario de Tanya Huntington Hyde cuenta, a lo largo de sus páginas, un viaje heroico al más puro estilo de Joseph Campbells y su libro El héroe de las mil caras. La fórmula representada en los ritos de iniciación: separación-iniciación-retorno, se pueden palpar de forma muy concreta en este libro desde el primer poema, el cual, ya contiene, y ha trazado específicamente, un descenso hasta los estratos más ínfimos del ser –al que se vuelve y se re-toca asiduamente:

 
Es aquí donde yo, ave madrugadora,
comienzo mi descenso con el resto de la
[parvada.
“Danos hoy la lombriz de cada día”
rezamos, las cabezas inclinadas,
las manos sujetando pasamanos eléctricos.

El objetivo final, sin embargo, no es el descenso, la vida subterránea del Hades, pero sí una visita que promete explorar los estratos fundamentales del individuo. Es bien sabido que estos viajes están determinados por elementos de la vida cotidiana y despojados, debo añadir, del glamour de los símbolos arquetípicos de los cuentos de hadas que tienen la capacidad de lanzar a cualquier persona al inframundo; o al menos así sucede en este trabajo, como lo puede llegar a ser una parada en la estación de Copilco. Son justo estos elementos extraídos de la cotidianidad los detonadores de un éxodo tan inesperado como las grietas que se abrieron en la tierra para devorar a Perséfone. Las metáforas que se desarrollan en lo “Subterráneo” (título además de la primera sección de este libro), están pobladas de personajes que acompañan este recorrido y que sirven como guías o, por el contrario, de figuras engañosas que divierten la atención del que lo transita como los adanes y evas del poema Eugenia o el ciego que les habla. Son símbolos inequívocos de esta iniciación que avanza a fin de contrarrestar aquellas otras fantasías humanas que constantemente la regresan al pasado. De forma similar a la tragedia griega, este poemario celebra el misterio de la destrucción y el renacimiento. La trayectoria del héroe mitológico, nos explica Campbells, puede ser incidentalmente concreta, pero fundamentalmente es interior, y se desdobla en una zona donde se vencen oscuras resistencias, donde viven las fuerzas olvidadas y perdidas por largo tiempo y se preparan para la transfiguración del mundo. En silencio absoluto, el rey Hades gobierna sobre sí mismo y sobre el inframundo.

 Como cualquier guardián o carcelero,
trae un ruidoso llavero que se mece
en un lado de su ancho cinturón.
Hades debe admitir que su show está muy
visto.
Mucho tiempo ha pasado desde
la “Doncella Desaparecida”,
bañándose en un límpido riachuelo,
o encaramada entre sombreados granados.

Esta travesía promete llevarnos al ombligo del mundo, ese mundo propio que habita en conjunción y de forma paralela con el mundo exterior. En el caso del poemario que nos ocupa, la historia adquiere varios niveles de interpretación justo por la unicidad de la trayectoria que se recorre a lo largo de Copilco, Miguel Ángel de Quevedo, Viveros, Coyoacán, Zapata, División del Norte, Eugenia, Etiopía, Centro Médico, Hospital General, Niños Héroes y Balderas. Tanya Huntington, además de coquetear con ciertos lugares históricos de la ciudad de México, haciendo de ese camino parte de su propia historia, nos ofrece una fresquísima visión de una ciudad francamente infernal por caótica. Son los ojos de la autora que nos guía y obliga a volver la mirada hacia ese mundo que a diario es contemplado con asombro.

Las subdivisiones siguientes presentadas en este libro moldean esa íntima travesía abriendo espacios para el recuerdo y la búsqueda original. Así, “La frontera del sur”, “Autorretratos” y “El regreso” insinúan el estado interior y el camino necesario que como Perséfone ineludiblemente se recorren una vez que se ha tragado el grano de mostaza, y en el camino de regreso, se vuelve al mismo lugar y se le conoce “por primera vez”.

¿Por qué será que sospecho
que si volvieras a hacerlo todo de nuevo
no cambiarías nada?
Porque el arrepentimiento es vano:
tanto como lo que es, es
lo que fue, fue.





 

A Peculiar Novel

By David D. Medina

Author: Horacio Castellanos Moya,
,
Title: The She-Devil in the Mirror
Publisher: New Directions, NY, 2009.

            The She-Devil in the Mirror is a peculiar novel: it’s a murder mystery with a social conscience. Mixing entertainment with serious social issues is difficult to do well in art, but Horacio Castellanos Moya manages to create a story that is suspenseful while exposing injustice, hypocrisy, racism, class differences and corruption in a Central American country that is recovering from a civil war.
            Told through the voice of an upper-class, neurotic woman, the story unfolds in San Salvador, where the narrator’s best friend, Olga Maria, has been killed by a hit man. Why would anyone want to murder a “respectable” woman who apparently didn’t have any enemies? That’s what the narrator, Laura Rivera, sets out to find.
            Laura has a perceptive eye and an opinionated tongue. As each of the characters appears, she provides profiles that are peppered with cutting remarks. She doesn’t like dark-skinned people, poor people, priests (especially the left-leaning kind), and boring men, such as her husband, whom she divorced. 
            Though Laura tries to paint Olga Maria as a devoted wife, she tells us that Olga had a series of secret lovers who may have benefitted from her death. There’s Jose Carlos, a photographer who had to leave El Salvador because he was involved with the Communists during the country’s civil war. On his return, he falls in love with Olga and takes pictures of her in the nude.  There’s Yuca, a wealthy businessman who is making a move to run for president of El Salvador. Addicted to cocaine, he can’t get an erection. And much to Laura’s surprise, her husband, Alberto, also had an affair with Olga.  Educated in the United States, Alberto is a financial wizard whose investment company in San Salvador has tanked, affecting many of the landowners who are rebounding from the effects of a war that sought to redistribute wealth.
As rumors and speculations abound about the motive, Laura becomes frantic and fearful for her own life. She can’t trust the police because she fears that they are working with the government to cover up the murder. She fears that rich business people with ties to the Cali Cartel might want her dead because she is being too nosy.
             Early in the book, Laura states, “In this place everyone knows everything about everybody.” That may be true at the superficial level of a close society, but when it comes to murder, information and the truth become more elusive.
            At the end of the book, Laura claims: “With Olga’s murder the same thing will happen that happens with all the crimes committed in this country: the authorities will never find out anything and people will simply forget about it.”
            Horacio Castellano Moya does an admirable job in creating a narrator who is unbearable at first with her arrogance and catty remarks, but evolves into a humane person as the case wears her down and her neurosis spirals out of control, talking faster and faster to who knows whom.

A Classic: Seven Nights


 
By Jorge Luis Borges
A New Directions Book
New York 2009


Review by David D. Medina
 
 Literature is a form of happiness for Jorge Luis Borges. If we are sensitive, he tells us,  “Beauty awaits us in ambush.”  In Seven Nights, a collection of seven lectures in the form of essays that were first published in 1980 in Spanish and now translated into English, beauty awaits us on almost every page.
As readers of Borges know, the Argentine writer is a master of sparse prose. With simple, concise sentences, he delves deeply into an array of topics, jumping from one idea to another, overwhelming us with pleasure.
In Seven Nights, Borges expounds on the subjects of The Divine Comedy, nightmares, The Thousand and One Nights, Buddhism, poetry, the Kabbalah, and blindness.  The themes that he writes about in these essays appear in many of his short stories: transmigration of the soul, predestination, the repetition of history, the horror of labyrinths and mirrors.
Borges was a prolific writer and a voracious reader.  As director of the national library of Argentina, he had access to almost any book in the world. “I am hedonistic reader,” he says in The Divine Comedy essay.  “I read books for the aesthetic emotions they offer me.” To him, The Divine Comedy was the best book ever written in literature. “The Commedia is a book that everyone ought to read. Not to do so is to deprive oneself of the greatest gift that literature can give us; it is to submit to a strange asceticism.”
Another book that had a profound influence on Borges is The Thousand and One Nights. Many of the ideas and structures of his short stories emulate the fiction of this ancient book that he so dearly loved. “One feels like getting lost in The Thousand and One Nights. One knows that entering that book one can forget one’s own poor human fate, one can enter a world, a world made of archetypal figures but also of individuals.”
In the essay “Poetry,” Borges gives us a glimpse of his philosophy of writing. He believes that everything existed in a previous time and it’s the writer’s duty to discover or to remember the beauty that was lost. “When I write something, I have the sensation that it existed before.  I know more or less the beginning and the end, and then I discover the intervening parts. But I do not have the sensation of having invented them, that they depend on my free will.”
Perhaps, his most moving essay is “Blindness,” in which he talks about his “modest” blindness because it was total in one eye and partial in the other. He did not view his handicap as a misfortune but rather as another style of life, and he goes on to talk about how other great writers—Joyce, Milton, Homer—created masterpieces in spite of their blindness.
When bad things happen to artists, they should use misfortune as a source of inspiration, Borges believes. “Everything that happens, including humiliations, embarrassments, misfortunes, all has been given like clay, like material for one’s art.  . . . Those things are given to us to transform, so that we may make from the miserable circumstance of our lives things that are eternal or aspire to be so.”
Thanks in part to his blindness, Borges has given us a body of work that will go beyond our lives and will provide us with happiness and beauty. These seven essays are indispensable for anyone who wants to maneuver through the labyrinthine world of Borges.